La Administración Municipal, a través
de la Secretaría de Medio Ambiente,
adelanta gestiones encaminadas a
preservar el manatí Antillano,
especie que se encuentra en peligro
de extinción en la ciudad. Este
animal amistoso y pacífico tiene
como hábitat, en la jurisdicción de
Barrancabermeja, las ciénagas San
Silvestre y El Llanito.
“En nuestra riqueza y
diversidad ecosistemas nos hemos
encontrado con diferentes especies,
en especial el manatí Antillano.
Estamos en estos momentos buscando
alianzas con entidades privadas que
nos permitan desarrollar un proyecto
en algunos de nuestros predios que
hemos adquirido para la preservación
de la ciénaga San Silvestre, con
esto logramos articular dos
situaciones muy importante para
nuestro municipio, primero la
preservación de nuestro recurso
hídrico como lo es la ciénaga San
Silvestre, única fuente abastecedora
de agua en el sector urbano de la
ciudad, y por el otro lado
contribuir con la preservación del
manatí Antillano”, explicó el secretario de
Medio Ambiente, Ricardo Javier López
Quintero.
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El
funcionario advirtió que la gran
diversidad de fauna y flora con la
que cuenta Barrancabermeja tiene
ante sí un panorama desalentador por
los efectos de la intervención del
hombre sobre el ecosistema. Por tal
razón el manatí Antillano es uno de
los animales que encontramos en el
municipio con amenaza de extinción,
y que para eso la Secretaría de
Medio Ambiente adelanta planes
concretos que permitan
intensificarán los monitoreos en los
complejos humedales.
“Esta es una de las
gestiones que hemos venido
adelantando y que busca la
protección no solo del manatí
Antillano, sino también de otras
especies de Barrancabermeja, ciudad
que por característica geográfica ha
otorgado condiciones adecuadas para
que habiten en su territorio una
gran cantidad de animales. Sin
embargo, esta gran variedad se está
viendo amenazada por el actuar del
hombre, quien ha alterado el
ecosistema”,
puntualizó López Quintero.
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La
Administración Municipal está tomando
acciones que ayuden alinderar los humedales,
propiciar la vegetación como alimento y
eliminar la contaminación de las ciénagas,
para que el manatí Antillano pueda
movilizarse tranquilamente por su hábitat,
garantizándole además su proceso de
reproducción.
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